Si de por si no fuera suficiente con las labores que debemos realizar y coordinar para llevar a cabo nuestra actividad como autónomos, en ocasiones por desgracia no acaba al vender el producto o prestar el servicio, falta cobrar, y a veces es una tarea que parece casi imposible.

Cerca de la mitad de los trabajadores por cuenta propia, según las principales asociaciones de autónomos, tuvieron problemas a la hora de cobrar por parte de empresas o administraciones públicas, fijándose la morosidad como uno de los mayores quebraderos de cabeza a los que hay que enfrentarse en el día a día.

Bien es cierto que en ocasiones (sobre todo al principio), por la situación en la que se encuentran algunos trabajadores por cuenta propia, no quieren o prefieren no poner muchos requisitos a la hora del cobro, con la única finalidad de que el cliente vuelva a contar con ellos en el futuro. No obstante, los expertos siempre dan una serie de consejos para intentar reducir el máximo posible el riesgo de impago.

Establecer normas básicas de cobro, fijarnos por ejemplo cobrar en los primeros 10 días del mes, y definir un plazo máximo para el cobro, si no ha tenido lugar habrá que barajar la idea de no volver a prestar más servicios.

No tener miedo a decir que no, con los años se sabe identificar con mayor facilidad a un mal cliente.

Realizar un contrato detallando todo, o fijar los plazos de pago en factura, de esta manera tendremos a que atenernos en caso de tener que reclamar.

Ofrecer más de un tipo de pago, dar facilidades y flexibilidad al cliente.

Si se da algún problema, tratarlo amablemente con el cliente, muchas veces el error es propio de un malentendido, un fallo en la remesa bancaria o algo por el estilo.

Desde Gipuzkoautonomo os queríamos recordar esta serie de pautas que pueden veniros bien de cara a evitar problemas futuros, no obstante si por desgracia no fueran suficiente y nos cruzáramos con un moroso, poneros en contacto con nosotros y os indicaremos los pasos a realizar.