Desde hace unos años, se viene escuchando una palabra habitual entre los autónomos y freelance, (especialmente los emprendedores) el coworking.

Es una idea que llegó de EEUU y lo que busca es dar un giro al concepto de oficina compartida.

Cada miembro de un coworking paga por un espacio en el que puede desarrollar su actividad rodeado de profesionales determinadas horas a la semana.

Una de los principales factores que define  a los coworkers es la colaboración. No están aislados unos de otros, si no todo lo contario, intercambian ideas, conocimientos, y están dispuestos a colaborar entre ellos.

Esta colaboración continua suele dar lugar a un trabajo en equipo. Es muy habitual que mediante varios miembros del coworking se complementen y realicen gran parte del proceso productivo del producto o servicio.

Unos de los más beneficiados de la llegada de este nuevo concepto, son los emprendedores. Tienen una doble ventaja, y es que se benefician de compartir los costes que implica tener una oficina, y por otro lado ese networking que les permite establecer una serie de contactos profesionales que pueden ser muy útiles en los inicios de su negocio.

Otro de los factores que valoran los coworkers es el aprendizaje continuo que se da trabajando en estos centros. Es habitual que de manera periódica se den cursos y talleres que aportan una mayor formación profesional con todos los beneficios que eso supone en el autónomo.

Año tras año va aumentando el número de autónomos y freelances gipuzkoanos que buscan esas sinergias que aportan los centros de coworking. Los espacios coworking están siendo un reflejo de la aparición de nuevos modelos y nuevas expectativas en el mundo de los negocios, pero hay que tener en cuenta que no todos aportan los mismos beneficios a tu negocio, busca, compara y únete al que le puedas sacar más partido.